Juan Tánamo, conocido terrorista
fugado de una prisión yanqui en territorio revolucionario, fue visto ayer en la
masa crítica haciendo de las suyas. Ésto me lo dijo el hijo del hombre araña,
que iba sentado en el asiento de atrás agarrado firmemente de una señorita, no
hizo nada para detenerlo, me dijo, por que su tela araña estaba rota y por que
además le cae bien Juan.
Unos chicos de aproximadamente 12
años que estaban haciendo piruetas con sus skates, vieron pasar a esa manga de
locos por zona sur, y ante los gritos y sonidos extraños, decidieron sumarse:
- "ehhh loco, a donde
van?" dijeron los chicos mientras se impulsaban con sus piernas
- "no sabemos, para
cualquier lado!" le contestó un ciclista sonriente mientras le explicaba a
los chicos que esto era Masa Crítica y que salía todos los primeros domingos
del mes, a las 16hs desde el obelisco.
Pasamos por la cancha de Racing,
de solidarios nomás, para dar un par de vueltas por ahí, y luego para no quedar
mal con los vecinos, pasamos por atrás de la cancha de Independiente. De ahí
nos fuimos pa Gerli y luego retornamos al centro del mundo: La ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fue ahí donde lo volvimos a ver a
Juan Tánamo, que zamarreaba con todas sus fuerzas las vallas del futuro
NarcoBus, como rememorando sus épocas de convicto. A los pocos minutos se lo
vio en cuatro patas burlándose de un pobre canino. El canino sacó la lengua y
continuó su paseo. La masa también continuó con el suyo.
Aguante la Marihuana! Gritó un
loco que estaba haciendo algo raro con sus manos, parecía como que estaba
triturando algo con una mano, y con la otra, en posición para recibir la ostia,
iba juntando esos pedacitos de algo que no se que es. Supongo que estaba
haciendo algo productivo, pero no entendí por qué nos gritó eso a nosotros.
El punto máximo (como la reina
suprema) fue cuando en una avenida con edificios, un joven que vive en un
cuarto o quinto piso, salió al balcón a ver qué era ese quilombo infernal en la
calle que estaba disturbando su domingo. Asombrado ante tal cantidad de bicis,
y luces y gritos que se dirigían a el, miró a su izquierda y vio ahí en su balcón, como diciendo "mírame acá estoy" a su querida bicicleta, y
que hizo el joven? Lo que todos tenemos que hacer todos los dias, agarrar la
bici y salir a pedalear! Tal como en la vida de Brian (película de Monty Python
que les recomiendo que vean), el joven se sintió Messi y bajó como un loco feliz a sumarse a la masa provocando una ovación extrema y gritos de todo tipo.